El Hogar y Técnico Santa María: Un Viaje Transformador en Mi Vida

noviembre 11, 2024

Por Ariel Varela, alumno de duodécimo grado

Cuando llegué al instituto era apenas un adolescente de 13 años, no sabía a qué me enfrentaba y como todo chico a esa edad estaba nervioso por lo nuevo que vendría de allí en adelante. Ingresé a séptimo grado en 2019, en el área de electricidad.

Fui estudiante residencial en ese año y fue allí en donde me adapté al gran cambio, fue un inicio muy agradable, desde el primer instante me sentía en casa. Tanta familiaridad, tanta confianza que me daban las personas encargadas de cuidarnos que hacía pequeña la idea de estar fuera de casa y lejos de mi familia. Conocí a mi familia, a una familia llena de personas muy especiales, conocí a mi mejor amigo y reconozco que el paso del tiempo en el instituto nos ha unido más que ya lo considero como un hermano.

Si quisiera hablar de cada detalle de lo que pasó desde aquel día en que pasé esa puerta del instituto… no terminaría y llenaría mil páginas de cada experiencia vivida.

Actualmente soy alumno del programa externo, viajo diariamente al instituto. Estoy en último año y lo menos que quiero es dejar el instituto. Dejar mi familia. Dejar esta gran comunidad que, en lo personal ha transformado mi vida para siempre. Los días se acortan y la nostalgia llega, sin embargo, mi corazón se llena de alegría al saber que he dejado huella indeleble en este proyecto y que de igual forma Proyectos El Hogar ha dejado una huella imborrable en mi vida tanto profesional, laboral como espiritual.

Si hay algo que no quiero dejar por obviar y que siempre lo diré es que encontré el lugar perfecto para estar. Soy Episcopal, y una de mis cualidades es que amo ir a la iglesia, me gusta estar incluido en eventos y la formación espiritual que el instituto ofrece es invaluable. El lugar perfecto porque está en vinculación con la iglesia y eso para mí es importante.

La verdad es que siempre había tenido muy en mente lo que quería, solo faltaba reforzarlo. Muchas profesiones me he visualizado, pero en ninguna me veo, salvo en las que mencionaré acá.

Cuando llegué a El Hogar a través del Instituto me di cuenta de que lo que me gustaría hacer después de graduarme es dar clases, ser maestro y estar frente a estudiantes impartiendo conocimiento. Me enamoré de la lectura y mi materia favorita siempre fue español, así que no es de dudar que ese es mi área de enfoque para los estudios universitarios, que dicho sea de paso mi maestra de español sembró en mí el amor por la literatura, el español y todas las áreas de comunicación.

Pero por otra parte siempre sentí un llamado, un llamado al servicio a Dios. Es cuando me confundí y no sabía que hacer, muchos profesores del instituto veían en mi a un sacerdote, así directamente alguna vez me lo dijeron. Por mi dedicación, mi interés común y sobre todo mi disponibilidad en los servicios semanales de oración. Porque la mayoría tenía en cuenta también que trabajaba de cerca de la Iglesia y que asistía a eventos de nivel religioso.

Estuve en crisis vocacional, no sabía qué camino elegir… siempre me llamó la atención trabajar en la parte social y con personas a mi cargo…

Pero Dios ya lo sabía desde antes, mi vocación son 2: quiero ser docente y actualmente estoy estudiando en el programa diocesano de educación teológica de la Iglesia Episcopal Hondureña.

Como lo he mencionado, ha sido de gran satisfacción que proyectos El Hogar esté vinculado a la iglesia a la que pertenezco, por eso me hace sentir en familia y en comunidad y deseo algún día formar parte del equipo.

Solo queda agradecer a mi casa, a El Hogar, mi Hogar. ❤️

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